R.V - Nacional

INTRODUCCIÓN

La Unidad de Investigación Periodística de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano presenta el trabajo Reescribiendo Vidas. El papel de la educación en el posconflicto, cuyo objetivo es indagar por el rol que la educación técnica y profesional juega en la reconstrucción del tejido social de un país que, tras más de 50 décadas de conflicto armado, busca la paz. La educación, de la que poco se habló públicamente a lo largo del proceso de paz entre el gobierno y las Farc, también se configura en un importante camino que lleva a la reconstrucción de proyectos de vida de víctimas y de actores armados legales e ilegales. Recorra en este multimedia las cifras de víctimas y de desmovilizados que en los últimos cinco años han pasado por la educación técnica que el Estado oferta, así como las inversiones que el Ministerio de Educación Nacional, el Icetex y las Fuerzas Armadas han realizado en quienes han sufrido la guerra, desde cualquiera de sus ángulos. Conozca, además, las posturas de las universidades de Bogotá y Antioquia sobre sus roles en el naciente periodo de posacuerdo. Para ahondar en lo que ocurre en Antioquia este proyecto contó con la colaboración del periódico Contexto de la Universidad Pontificia Bolivariana.

EDUCACIÓN PARA LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO

Entre el año 2012 y el primer semestre de 2016 se inscribieron para la formación como tecnólogos en el Sistema Nacional de Aprendizaje (Sena) 282.001 víctimas del desplazamiento forzado. En comparación con otros hechos propios del conflicto armado, las personas desplazadas son quienes encabezan las cifras de víctimas que estudian en la Institución. El Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral de las Víctimas contiene al Sena como una de las instituciones encargadas de restablecer el derecho a la educación. Por este camino el Estado pretende también reconstruir la igualdad de oportunidades para el acceso al mundo laboral, que se complejiza para quienes salieron forzosamente de zonas rurales y debieron establecerse en áreas urbanas.

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2013 - 111 2014 - 182 2015 - 191 2016 - 179

2013 - 85 2014 - 126 2015 - 190 2016 - 203

2013 - 101 2014 - 131 2015 - 176 2016 - 202

2013 - 100 2014 - 104 2015 - 126 2016 - 111

2013 - 747 2014 - 1.118 2015 - 1.166 2016 - 1.124

2013 - 110 2014 - 148 2015 - 108 2016 - 154

2013 - 119 2014 - 188 2015 - 167 2016 - 183

2013 - 162 2014 - 174 2015 - 171 2016 - 167

2013 - 136 2014 - 251 2015 - 326 2016 - 317

2013 - 84 2014 - 172 2015 - 171 2016 - 290

2013 - 46 2014 - 162 2015 - 214 2016 - 158

2013 - 73 2014 - 110 2015 - 133 2016 - 149

2013 - 195 2014 - 363 2015 - 395 2016 - 425

Departamentos con mayor número de víctimas, de hechos diferentes al desplazamiento forzado y al reclutamiento infantil, que ingresaron al Sena entre el año 2013 y el año 2016.

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Número total de víctimas, de hechos diferentes al desplazamiento forzado y reclutamiento infantil, que ingresaron al Sena, entre el año 2012 y 2016.

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FORMACIÓN PARA EL TRABAJO

De acuerdo a la información registrada en las bases de datos del Sena, entre el año 2013 y el primer semestre de 2016 se inscribieron, para la formación como técnico, 132 personas que declararon haber sido víctimas del reclutamiento infantil. Bogotá y Antioquia son los departamentos en los que más estudiantes reportan haber sido víctimas de este flagelo. Sobre este tipo de delitos El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) manifiesta que entre las acciones que se ejecutan en favor de los menores desvinculados del conflicto es regresarlos a las aulas. Sin embargo, la experiencia, de acuerdo a lo que manifiestan los jóvenes desvinculados, nunca será igual a la de una persona que no pasó por un escenario de guerra. Pese a la situación muchos de ellos buscan en la educación un camino para restablecer la vida.

OPCIONES DE VIDA PARA DESMOVILIZADOS

La Agencia Colombiana de Reintegración (Acr) manifiesta que, aproximadamente, el 80% de las personas que se han desmovilizado posee solo los primeros niveles de la primaria y que, incluso, un número significativo de ellos son analfabetas. Por esa razón, entre los puntos vitales de la ruta de reintegración se cuenta, en primer lugar, la educación escolar, para lo cual la Acr y el Ministerio de Educación Nacional consolidaron un modelo pedagógico especial para adultos. En segundo lugar, está la formación para el trabajo, debido a que entre las preocupaciones con las que llegan quienes deciden reintegrarse a la sociedad civil está la necesidad de encontrar una forma de sostenimiento para sus familias.

La ACR y el Sena informan que de los 50.547 desmovilizados en proceso de reintegración, solo el 4% adelanta estudios de formación técnica y profesional en el país.

GRÁFICA: Entre los años 2012 y 2017 solo cuatro desmovilizados han adelantado estudios profesionales. No obstante, 1.538 han ingresado a formación técnica en el Sena.

PRESUPUESTO PARA LA EDUCACIÓN POBLACIÓN VÍCTIMA

Entre los años 2012 y 2016 el Fondo de Reparación para el Acceso, Permanencia y Graduación en Educación Superior para la Población Víctima del Conflicto Armado Colombiano ha invertido, aproximadamente, 91 mil millones de pesos, según informa el Ministerio de Educación Nacional (MEN). El Fondo lo constituyen el MEN, el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex) y la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. Fue creado tras la aprobación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras en 2011, en aras de dar cumplimiento a las exigencias que esta ley hace a las autoridades educativas para dar asistencia a las víctimas. A este proyecto se adhirieron la Secretaría de Educación de Bogotá y la Oficina de la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, incorporando recursos económicos exclusivos para víctimas residentes en Bogotá.

Según información entregada por el Icetex, entre el año 2011 y el primer semestre de 2016, la institución otorgó 11.056 créditos a víctimas del conflicto armado, para acceder a la educación superior.

El Ministerio de Educación Nacional reporta que, entre el año 2013 y 2016, ha invertido, aproximadamente, 91 mil millones de pesos para el acceso, permanencia y graduación, de las victimas del conflicto armado en la educación superior.

SOLDADOS HERIDOS EN COMBATE

Entre el segundo semestre de 2013 y el primer semestre de 2016 la Corporación Matamoros, entidad que trabaja por los militares y policías heridos en combate, brindó educación básica y media a 1.313 soldados víctimas del conflicto armado. La inversión promedio es de 1,7 millones de pesos por persona. Así mismo, otorgó 345 becas universitarias para soldados heridos en combate, con una inversión al semestre de aproximadamente 3,2 millones de pesos por persona. Además, ha brindado formación para el empleo a 2.969 soldados. TESTIMONIOS: Cuatro soldados narran -en los siguientes vídeos- cómo fueron víctimas de las zancadillas que la guerra coloca en el camino que ellos mismos escogieron. Sus vidas cambiaron al caer en minas antipersonales o al ser heridos por integrantes de grupos subversivos. Sin embargo, la educación en carreras técnicas y profesionales constituye un nuevo sendero para ellos y sus familias.

UNIVERSIDADES EN LA CONSTRUCCIÓN

Para algunos expertos consultados a lo largo de este trabajo periodístico, la academia, con escasas excepciones, ha estado presente en la búsqueda directa de la paz. En consecuencia, le preguntamos a distintos rectores, o sus delegados de universidades públicas y privadas de Bogotá, por el rol que consideran debe asumir la academia en el proceso de posacuerdo que se empieza a vivir. Para un número importante de ellos los pilares de la educación superior deben mantenerse, pero volteando la mirada a las regiones. Esto abarca formar profesionales capaces de transformar sus entornos, investigar las cuestiones que han afectado por décadas a las regiones rurales más apartadas, y transformar positivamente la vida de la gente de esas zonas a partir de las dos primeras cuestiones.

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